Este proyecto nace como respuesta a una necesidad de descubrir el teatro negro en todas sus formas, encontrando una nueva vía teatral que desarrollar.
Dado que la mayoría de producciones en este campo se centran en un teatro de marionetas, se decidió probar con algo distinto, hacer un personaje fantástico de un cuerpo humano. De ahí nace la figura de Plumín; un personaje del cual sólo se aprecian unas manos, una chistera y una pluma a modo de corbata que será el centro de toda su magia.
Nacido inicialmente como un proyecto de adaptación de los trucos clásicos de magia al teatro negro, surgió la oportunidad de representarlo para un público infantil, con lo que, tanto la dramaturgia como la puesta en escena tuvo un cambio radical.
Plumín representaría ahora su magia para niños, así él mismo descubriría una nueva faceta que desarrollar. Emocionar y sorprender a los niños con su magia.
Las dos obras se representarán en un único espectáculo de unos 45 minutos de duración que comenzará con un presentador que iniciará al público en el mundo del teatro negro.